El Análisis de Negocio (o asuntos!!!!!)




Por lo general existe una confusión en el ámbito educativo y empresarial, de cuáles son las actividades y funciones que se desarrollan dentro del ámbito del “análisis de sistemas”, existe algo así como una “nube borrosa” en cuanto, a que temas, son los que resuelve un analista de sistemas, cuáles son sus competencias, ¿programan?, piensan algunos. El hecho que en los últimos veinte años, hayan aparecido nuevas profesiones en el mercado, tales como, el Project Management o gerenciamiento de proyectos y el Business Analysis o Análisis de negocio, aunque a mi particularmente me gusta traducirlo como Análisis de Asuntos. Si bien el gerenciamiento de proyectos es una disciplina más conocida por casi todos los saberes, y especialmente el que nos ocupa que es el ámbito educativo. Hoy nos encontramos con mucha bibliografía en el ámbito educativo, que propone, metodologías de trabajo para los docentes que tienen que abordar un proyecto. 

La metodología de gestión de proyectos, da las pautas, los saberes que son necesarios y define cuales son los procesos, para que, un proyecto pueda desarrollarse en forma exitosa. La dirección de proyectos, corresponde a las habilidades, que, desarrolladas por un docente o directivo, en el ámbito de la educación, permiten conducir, las actividades que se desarrollan en un proyecto, con el fin de alcanzar los objetivos que se hayan previsto para ese proyecto.


En los últimos diez años, surgió un nuevo área de conocimiento denominada “Análisis de Negocios” (o Asuntos). Este "compendio de saberes", parte de la siguiente premisa, un usuario, docente o directivo en el ámbito de la educación, cuando especifica un requerimiento (asunto), sobre un tema a solucionar para el cual necesita ayuda para resolverlo, es para el analista de negocios (o asuntos) "una punta de Iceberg". El analista de negocio o asuntos, entiende, que el usuario, no tiene porque especificar en forma completa y detallada, en una primera instancia el requerimiento de su necesidad o problema, entiende que hay que ayudarlo a definir su verdadera necesidad, para lo cual aplicará una serie de saberes para encontrar y definir cuál es el verdadero problema que tiene el usuario, y, una vez determinado, ayudarlo a confeccionar una solución. Esta solución puede tomar el formato de un business case (caso de negocio), pliego de condiciones o simplemente un detalle de la solución a aplicar. Si la solución se materializa a través de la ejecución de un proyecto, entonces, un Project Manager se encargará de hacer realidad la solución, liderando el proyecto que implante esa solución. 


El análisis de negocio o asuntos, no es una metodología de trabajo, es un compendio de saberes que se encuentran detallados en el Babok (Business Analysis Body of Knowledge o Cuerpo de conocimientos de l análisis de negocio)  2.0. El IIBA es el International Institute of business Analysis (Instituto Internacional de Análisis de Negocio ) www.theiiba.org.  que en la actualidad pública y certifica los saberes aceptados y vigentes para esta profesión
Si bien, al menos yo, no he encontrado información, solo se habla del análisis de negocio en el ámbito de la gestión de empresas y en el mundo de los negocios, estoy seguro que no pasará mucho tiempo en que el ámbito educativo comience a utilizar este conjunto de saberes, con la finalidad, de poder definir “las brechas” que deban ser identificadas, dentro de una organización educativa, para encontrar la solución a un problema determinado. Creo que, el BA, será´una buena solución, para determinado tipos de problemas que puedan darse en una institución educativa en las siguientes áreas:

  • organización interna
  • definición e instrumentación de políticas
  • aplicativos, tecnología, procesos y temas varios del ámbito educativo en cual está inserta la institución e interactúa.
  • Proveer método de trabajo, a problemas puntuales, que pudieren presentarse en los procesos de enseñanza, aprendizaje y hasta de problemas que se presenten en los procesos de gestión de proyectos.
  • comunicación
  • liderazgo de recursos humanos
Cuantas veces nos encontramos en el ámbito de la educación, con la problemática de no encontrar consenso, por ejemplo, para obtener “una” definición para definir “qué es educar”.  Seguramente si hacemos está pregunta a cuatro docentes, tendremos cuatro respuestas diferentes.

Dejando por un momento de lado, los saberes que nos provee el Análisis de Negocio (o asuntos), hay un hecho que es común a cualquier área de conocimiento, cualquiera sea la problemática que se tenga que resolver, me refiero a la necesidad de tener que analizar una situación “X”, para poder dar una solución. Este hecho, es común, en todas las ciencias. En este sentido creo que no existe excepción. Vamos a indagar ahora en un tema, que a mi entender, Mario Bunge, lo ha tratado con esa claridad conceptual que lo caracteriza

Mario Bunge en su tratado de filosofía, Ontología II “Un mundo de sistemas” realiza una diferenciación entre lo que es análisis de sistemas y sistemática, que a continuación les transcribo:

 “El método utilizado por los sistemistas consiste en la modelización matemática junto con la comprobación experimental (o, al menos, por ordenador) de los modelos de los diferentes sistemas. Desde luego, ambas son parte del método científico. Lo que resulta peculiar del modo en que procede el experto en sistemas es que en lugar de incorporar leyes especificas (por ejemplo, químicas) en su modelo, su objetivo es construir un modelo de caja negra, uno de caja gris o uno cinemático sin los detalles atinentes a la composición material del sistema, y que sea lo bastante general como para abarcar algunos de los aspectos globales de la nueva organización y el comportamiento del sistema en algunos de sus niveles. En consecuencia, el método científico se da por sentado: el hincapié se pone en el enfoque general o transdisciplinario en contraste con el específico o disciplinario. En otras palabras, el experto en sistemática es un todoterreno, casi un filósofo o un filósofo con todas las de la ley.

La sistemática no es lo miso que el análisis de sistemas, una cosa publicitada, mal definida y, en ocasiones, controvertida. Cuando es serio, el análisis de sistemas también utiliza el método científico, pero a diferencia de la sistemática no presta especial atención a quitar énfasis a las peculiaridades de los componentes del sistema de interés. Donde sí hace énfasis es en que, dado que estudia sistemas con múltiples aspectos y niveles, tales como los ecosistemas y los sistemas de transporte, debe adoptar diferentes puntos de vista respecto de los niveles diferentes. Por ejemplo, los hospitales no son sólo edificios con equipamiento médico, sino también sistemas sociales, cuyos componentes incluyen al personal médico y a los pacientes, así como subsistemas de un sistema social de mayor envergadura, el sistema de salud, el cual es, a su vez, un subsistema de la sociedad. La novedad del análisis de sistemas radica menos en  sus métodos que en los objetos que investiga, a saber, sistemas complejos hombre-artefacto que nunca antes se habían estudiado de manera científica. A diferencia de la sistemática, el análisis de sistemas no se interesa por la construcción de modelos extremadamente generales: en lugar de ello apunta a la construcción de diagramas de flujo,  de red y ocasionalmente, de modelos matemáticos específicos que – cuando ello es posible- no sólo den cuenta de la estructura y la cinemática del sistema, sino también de su dinámica, lo que permite comprender cómo funciona o cómo  falla y, en consecuencia, cómo se lo puede reparar. (Para una divertida relación de algunas travesuras véase Gall, 1977).

La sistemática, o teoría general de sistemas, es un campo de investigación y tecnología de gran interés para la filosofía. Dada su generalidad, se supone de manera considerable con la ontología o metafísica, interpretada en el sentido tradicional-prehegeliano-del término, así como con nuestra ontología científica (Bunge, 1937 a, 1977 a). Tanto los expertos en sistemática como los ontólogos se interesan por las propiedades que son comunes a todos los sistemas, independientemente de su constitución particular, y a ambos les fascinan las peculiaridades de las teorías extremadamente diferentes a la teoría específicas (Bunge, 1973 a, 1977 c).”

Fuentes consultadas:
  • Teoría General de los Sistemas, Ludwig Von Bertatlanffy,Fondo de Cultura Económica, año 2011.
  • Tratado de Filosofía, Ontología II, Mario Bunge, Editorial Gedisa, Octubre 2012.
  • Luis Oterro Gil, su experiencia en el análisis de sistemas y como sistémico. año: 2013


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